
La cuestionada designación del ministro del Interior Luis Barrenzuela, ha llegado a un límite inaceptable por la clase política al darse una noche de “jarana criolla”, en un día donde se prohibió toda actividad “fiestera” para evitar la propagación del Covid-19, es así que el analista política Mario Núñez estudia la situación y observa con cuidado los movimientos del Gobierno.
¿El ministro del interior perdió la confianza del país?
Sí, claro que sí. Sin embargo, no olvidemos que, desde su nombramiento como ministro del interior, fue cuestionada su designación, sobre todo, por su lamentable historial como oficial de la PNP, donde destacó por la recurrente inconducta funcional, por su inherente conducta díscola. Negar que haya organizado una fiesta el día de la Canción Criolla, manifestando que “Lo que hemos tenido fue una reunión de trabajo”, lo hace liderar la larga lista de los inefables funcionarios mitómanos que ha tenido el país.
¿Por qué el presidente demora el cambio en el Ministerio del Interior?
No soslayemos que, este personaje, al igual que otros, fue designado exprofesamente, siguiendo la estrategia de copar los puestos claves del Estado con personas que compartan los mismos valores de Vladimir Cerrón, Los Dinámicos del Centro, de Pedro Castillo. Su tarrea, entre otras, es desestabilizar y debilitar a la PNP, incrementar la inseguridad ciudadana, promover y vigorizar la producción de la hoja de coca, el fortalecimiento del narcoterrorismo. Entonces, Pedro Castillo y Vladimir Cerrón, no es que quieran remover, lo que deben estar haciendo en este preciso momento es encontrar algún argumento para mantenerlo en el cargo. ¿Crees que es fácil encontrar a alguien que defienda al narcotráfico como lo hace Barranzuela? ¡CLARO QUE NO!
¿Se está buscando provocar al Congreso para el uso de la bala de plata?
Efectivamente. La permanencia de Barranzuela es funcional. Además de lo anterior, se le usa también para generar zozobra e incertidumbre en el ámbito político. Cerrón lo que realmente pretende es que no se le otorgue la confianza al nuevo gabinete ministerial. Entonces, no hay mejor forma que precipitar el uso de la primera bala de plata, nombrando a inefables como ministros, que abiertamente exponen, y se les conoce, sus nexos con el terrorismo, el narcotráfico y la corrupción.
Fijémonos que, de negársele la confianza, se quema la primera bala de plata, y al día siguiente Castillo nombraría un ¡NUEVO GABINETE BASURA RECICLADO!, pretendiendo nuevamente se le deniegue la confianza, con lo cual que estaría a tiro de piedra para el cierre del Congreso. De otorgárseles la confianza, igual habrán ganado, ya que permanecerían en las carteras los actuales ministros harto cuestionados.
¿Se desmoraliza a la PNP?
Claro que sí. No te olvides que una de los objetivos de un gobierno comunista es el debilitamiento de las instituciones, entre las cuales se considera prioritario disminuir, empequeñecer a las FFAA y a la PNP, dejando así a la población en estado de indefensión, con lo cual los gobiernos comunistas pueden contralar y someter a la población fácilmente a través de una fuerza de represión al mismo estilo nazi de Hitler y facho de Mussolini. Recordemos y encontremos explicación del por qué se quiso instaurar a Los Ronderos como una fuerza de vigilancia y control ciudadano.
¿Queda mermada la seguridad ciudadana?
Claro que sí. Este gobierno, como en todo régimen comunista, debilitando a la PNP y las FFAA, desprotege a la población, de tal manera que todos debamos ejercer nuestra propia defensa ciudadana, distrayéndonos e impidiendo que nos interesemos y participemos en actividades políticas. Con el tiempo, la población estará empobrecida y vivirá de mendrugos a través de políticas públicas populistas, a la vez que caeremos en zozobra, desprotegida, pero controlados por una milicia represora perulibrista. Esto ya ocurrió en Cuba y Venezuela; acá se pretende instaurar el mismo modelo de gobierno.
¿Cómo queda Guillermo Bermejo?
Considero que, este Calamar Rojo Incendiario, es parte del burdo reparto de la escenificación puesta en marcha por el cogobierno desestabilizador Castillo-Cerrón. La labor actoral de Bermejo es hacernos creer que el partido de gobierno se fraccionó, de tal manera que, parte de la bancada congresal de Perú Libre, votaría por denegar el voto de confianza. Pero la verdad oculta de esta parodia es que Cerrón, a través de su operador Bermejo, azuza a la oposición para la denegatoria de confianza al nuevo gabinete. Para lograr el objetivo, aprovechan los hierros de gestión de todos sus inefables funcionarios y ministros estrellas. Así, lo ocurrido con Barranzuela no representa una vergüenza para el gobierno del Profesor, sino una oportunidad: ¡NO SE LE OTORGUE LA CONFIANZA Y ASÍ QUEMAR LA PRIMERA BALA DE PLATA!