Política

Chile: Plebiscito y radiografía de un rechazo

El abogado constitucionalista Lucas Ghersi, analizó de manera fría para El Diario de Lima lo ocurrido en Chile, el último fin de semana con el rechazo rotundo a la nueva constitución que se redactó bajo el liderazgo de grupo de izquierda y que fue apoyado por el Gobierno del presidente Gabriel Boric y también de la ex mandataria, Michelle Bachelet.

De esta forma el símil de lo que podría ocurrir en el Perú es visto bajo la lupa de Lucas Ghersi, jurista y profesor universitario cuyo rostro es el más visible de la recolección de firmas, para que en el Perú no se de un cambio constitucional como pretende el presidente, Pedro Castillo y el líder del partido político Perú Libre, Vladimir Cerrón, quien llevó a Palacio de Gobierno al actual mandatario.

¿Qué podemos interpretar luego del rechazo a la nueva constitución en Chile?

La situación de la Asamblea Constituyente de Chile no se parece tanto a la situación de una Asamblea Constituyente en el Perú, ya que en Chile la Asamblea Constituyente fue una demanda de la izquierda, de la izquierda radical, pero no fue una demanda del Gobierno Chileno. Es decir fue una demanda de la oposición de este momento y el presidente de ese momento, Sebastián Piñera un poco a regañadientes cedió y entregó la Asamblea Constituyente a una izquierda radial y fragmentada a la constituyente chilena.

¿Es en algo parecido al escenario peruano?

En el Perú ese escenario no se da, es muy diferente, lo que ocurre en Perú se parece más a lo que paso en Venezuela o en Bolivia.

Aquí en Perú, quien quiere la Asamblea Constituyente es el Gobierno del presidente Pedro Castillo, para tener poder absoluto, es decir un suprapoder, algo que está por encima de todos los poderes o instituciones, para que por ejemplo se pueda revocar las decisiones que toma el Congreso o para que la Asamblea Constituyente pueda dejar sin efecto las decisiones del Ministerio Público o de la Contraloría, es decir en el Perú se quiere usar la Asamblea Constituyente como una herramienta de captura del poder.

Es diferente a lo ocurrido en Chile, en Chile más bien fue una constituyente utópica, con ideas fuera de la realidad. Allí se buscaba una constitución muy mal pensada, muy mal redactada por ejemplo, en Chile la Asamblea Constituyente creo un senado al cual le llamaron cámara de regiones, pero no le dio facultades, salvo el aprobar leyes orgánicas que es una en quinientas probabilidades, es decir los chilenos iban a tener un senado que no iba a hacer nada, algo sin sentido, un borrador de constitución muy pobre.

¿Cómo calificar el no, si las noticias indicaban que la constitución chilena se hacía por un cambio social, que se requería luego varios episodios de violencia durante el gobierno del ex presidente Sebastián Piñera?

Lo que hemos visto en Chile ha sido la debacle de una izquierda utópica, desconectada de la realidad que creen en la sobre constitucionalización de la opinión pública. La agenda de la izquierda consiste en que todo esté en la constitución, en hacer constituciones muy largas, en que todos los derechos llamados sociales estén en la constitución, pero la realidad es que no poner estos derechos ello se va a dar o van a mejorar la calidad de los servicios públicos. Los servicios de las personas solo mejoran cuando hay inversión, además hay que cuidar que la constitución no se convierta en autoritaria, colocando todo en una carta magna, porque ya no importa lo que señala el Congreso o la opinión pública, tampoco los debates de la coyuntura, sino que ya todo estaría impuesto de arriba hacía abajo, al revés y al derecho en la constitución, así un modelo de constitución todo poderosa tenemos que desprendernos, ya que se quita el peso y contrapeso de poderes, eso no es sano para ninguna sociedad que busque la institucionalidad y los derechos del ciudadano.



Comentarios



Scroll to Top